Adentrados en la semana más gótica del año ( si señores, la semana santa me asusta y eriza más la piel que todas las películas de terror de Roger Corman juntas) , aprovecho para comentar algunos momentos freaks que he vivido últimamente.
El otro día estuve viendo a Standstill en el Nuevo Garaje de la Tía María de Murcia (sala que recordaba con pésima acústica y que no ha mejorado en absoluto). El caso es que mi buen amigo Tommy aceptó acompañarnos al concierto, aun sin ser Standstill de su agrado. Como el chaval no se puede estar quieto y ante todo lo que más prefiere en este mundo (como yo) es echarse unas risas, nos obsequió a cada uno con una careta de Spiderman cojonuda, haciendo un particular homenaje al corte número dos del primer EP de Adelante Bonaparte, llamado “Hombre Araña” . La verdad es que la idea fue brutal. Obviando que antes de que saliera la banda, recibimos las afiladas miradas – por encima del hombro, claro está - de algún que otro gafapasta que se avergonzaba de nosotros, estuvo muy bien observar a Enric y cía descojonándose encima del escenario. Imaginaos que estrenáis disco y lo primero que veis al salir es a 5 payasos con caretas de Spiderman. Fue muy grande. Luego pudimos hablar un ratillo con Enric , el cual seguía todavía sin creerse la chorrada de las caretas. Surrealista.
El concierto en sí fue bastante entrañable, al margen de la acústica de la sala y de algún que otro fallo de la banda (usan 4 o 5 tipos de afinaciones alternativas , como hacía en su día Nick Drake, lo cual requiere algunas pausas para afinar los instrumentos) .Se les perdona pues era el primer concierto de la gira, además de que fue un concierto muy cercano.
Otro momentazo freak que me encantaría resaltar fue el vivido en la despedida de soltero de otro amigo ( de tomases va la cosa hoy , pues también se llama Tomás). El caso es que es muy aficionado a los sonidos tradicionales y nos estuvo deleitando con temones extraídos de grabaciones de bandas de cornetas y tambores. Tenía una sorpresa preparada que consistía en la llegada de una tuna universitaría que intentó amenizar la velada. Pero lo mejor del evento no fue esto ni mucho menos. El momento álgido lo protagonizó Juan Manuel , hermano pequeño de Tomás. Siempre le ha gustado mucho pinchar música, y en la despedida de su hermano no iba a ser menos. Lo hizo dejando claro quien era. Podéis comprobarlo en la foto que hice del cartelón que puso en la cabina de su mastodóntico equipazo de música.
Lo que parecía insuperable quedó a la altura del barro cuando comenzó su actuación estelar. Mientras llovía torrencialmente – la fiesta se desarrolló en una casa de campo-, D.J. Juan Manuel se reencarnó en Julio Iglesias y en algún que otro cantante pseudomariachi ligero. Acompañado de su fiel amigo “el guitarrista”, nos dejó boquiabiertos con una actuación de más de hora y media bajo la lluvia. Yo solo os digo que a raíz de esto me dieron ganas de ir a mi local de ensayo y quemarlo. Que manera de perder el tiempo la mía, la virgen....¿No creeis?
Pues nada, compadres. Hasta la vista .Oremos todos juntos compartiendo estos tétricos momentos. Para que luego la gente se escandalice al ver a las hijas de ZP. Si es que no puede ser...
1 comentario:
Creo me voy a abstener de comentar las dos frikadas, tanto la una como la otra, ja ja ja, una cosa si que drié, yo siempre fui más de Batman...
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