miércoles, 21 de octubre de 2009

DE VUELTA DE LA CIUDAD ETERNA

La semana pasada pude visitar con Amparo la increíble ciudad de Roma . Fue muy interesante, y particularmente para mi lo era quizás más; pues era la segunda vez que la pisaba. Pude disfrutar de esta impresionante ciudad desde una perspectiva más calmada que cuando la visité por primera vez en mi viaje de estudios del instituto. Imaginaos aquel viaje: 17 añicos, primeros 7 días de mi vida sin mis padres junto a todos los locos de mis amiguetes, que sumado a lo ultracolgados que estábamos por aquellos entonces (de lo que actualmente queda bastante, por no decir casi todo) pues constituyó un etílico y peligroso viaje , en el que hicimos de todo excepto disfrutar de la ciudad. Aunque consistió un viaje inolvidable me prometí que a Roma tenía que volver. Y por fin puedo contarlo.



Con esta cuadrilla de desalmaos visité Roma por primera vez. Me entendeis ya, ¿no?

Estuvimos poco tiempo , 4 días y 3 noches, de los que perdimos más de 1 en el viaje. Tras un agónico trayecto en coche hasta el aeropuerto de Valencia (impresionante madrugón incluido para un servidor al que no se le da nada bien ese arte), dos aviones y dos trenes, dimos con el destino contratado para pasar 3 noches a 10 Km del centro de Roma. “Bed and BreakFast”, así se suele llamar en Europa al equivalente de lo que aquí constituiría una pensión. Pero nuestra sorpresa al no encontrar cartel alguno de la supuesta hospedería fue que lo que habíamos contratado consistía en una habitación de la casa de un tipo que vivía con su madre . Al principio fue un poco surrealista (es imposible no imaginarte alguna escena de Psicosis, pues la decoración y antigüedad de la casa invitaba a ello...), aunque al final podemos contar orgullosos que tuvo su punto de encanto. Desayunar en el salón croissant rellenos de nutella, café con leche servido en vasos de este mismo producto (con dibujitos incluidos) y buenas dosis de buen humor contribuyeron a que lo recuerde con mucho cariño.



El desayuno esperándonos en la casa del Norman Bates romano.


Una de las cosas que más me sorprendió de Roma no fue precisamente su aplastante legado histórico. Al montar en un autobús urbano nos dispusimos comprar el ticket de viaje. El chófer nos dijo que él no los vendía. Y al preguntarle que dónde se compraba no supo respondernos. Una viajera nos indicó que el mismo se compraba en un expendedor situado dentro del mismo autobús y que se debía clickar en otro. Pues allí ni compraba ni clicaba ni cristo….Los autobuses a tope y a nadie se le ocurría pagar. Nos dimos cuenta en seguida de este “pequeño detalle” y lógicamente hicimos lo mismo…¡Hay que adaptarse a las costumbres foráneas!



Plaza de España

Nuestro primer destino fue la fabulosa Plaza de España. Seguía tan petada de peña como la última vez que estuve (que constituyó una embarazosa visita en su día; pues íbamos tan resacosos que nos tumbamos a echar la siesta y en seguida se nos echaron encima los carabinieri para expulsarnos del lugar). Nos sentamos y disfrutamos de un delicioso trozo de pizza , una peroni (mi cerveza favorita) y un helado…

Roma merece unas pateadas de las buenas. Cada paso que das es una auténtica gozada. Todo allí se hizo a lo grande, es la magnificencia hecha ciudad. Recordamos la mítica escena de la Dolce Vita al visitar la Fontana de Trevi y flipamos con los escaparates más lujosos que recuerdo haber visto en mi vida.



Cultura italiana y cerveza Peroni siempre van de la mano.



Dedicamos una mañana entera para visitar el Coliseo y los foros imperiales. El Coliseo impresiona y mucho. Una pena que haya sido utilizado como cantera durante tantos siglos, aun así te haces a la idea de lo que debió ser en su día. Para una persona como yo que vive los viajes con un frikismo extremo, constituye una auténtica gozada.

Los foros imperiales son magníficos campos arqueológicos en medio de la ciudad. Constituyen un entorno mágico, puro romanticismo. Y más si encima te enteras que en siglo II d.C. allí convivían 2 millones de personas.







Visitamos el Panteon, monumento mejor conservado de la era antigua de toda la ciudad. La cúpula es un poema. Tiene el mismo diámetro que altura tiene el edificio y constituye un gigantesco reloj de sol, pues está abierta al exterior a través de un óculo de 9 metros. Allí está enterrado Raphael_ (el cantante no , que todavía promete guerra, me refiero al del caparazón a la espalda, antifaz y disfraz de ninja). Debe su excepcional estado de conservación a que en el siglo VII d.C. fue consagrada como iglesia católica (para que luego os metáis con Rouco y cía). Como anécdota a reseñar decir que al entrar en el Panteón íbamos en manga corta. Una vez dentro, oscureció de forma estrepitosa y empezó a llover…Casualidades que hacen las cosas más especiales si cabe de lo que son.




Pudimos disfrutar del Castillo de Sant'Angelo, el cual visto desde el exterior y de noche constituye un icono bastante tétrico. Las vistas desde su terraza, coronada por el majestuoso Arcángel San Miguel ; son lo mejor de la visita a su interior. Y todo porque el emperador Adriano le dio por construirse un mausoleo, casi na… En la edad media se aprovechó como fortificación y más tarde como cárcel, de la que cuentan leyendas sobre fantasmas y movidas varias (es lo que tiene seguir a Friker…)

También visitamos la plaza y basílica de San Pedro, ¿Qué os voy a decir de uno de los edificios más famosos de la actualidad? Pues que el papa Benedicto ni salió a su balcón ni saludó ni nada…Y que la guardia suiza es lo más friki que he visto en mi vida (creo que serían un buen disfraz para el próximo carnaval…) Megalomanía arquitectónica en estado puro.



Castillo de San´t Angelo



El Vaticano es un estupendo espacio para rockear

Tanta demostración de grandiosidad puede llegar a cansar. Me encanta disfrutar de ella en dosis adecuadas, pero siempre termino conquistado por lo más sencillo y auténtico. No conocía el barrio de Trastevere y quizás eso contribuyó a que a partir de ahora sea mi rincón favorito de Roma. Barrio popular (actualmente muy internacionalizado) , con un entramado de calles encantador y repleto de pequeños comercios de artesanía. Cada rincón esconde un pequeño detalle esperando ser descubierto. Altamente recomendable.



Puro arte callejero en efervescencia!!!

Disfrutamos también de la plaza de Garibaldi, donde tienes las mejores vistas de la ciudad, la plaza Nabona , de planta ovalada pues en su día allí se disputaban las carreras de cuadrigas; de la plaza de Venecia, donde con permiso del Vaticano la ciudad alcanza su mayor grado de megalomanía y de muchos rincones de la ciudad eterna (si los escribiera todos no acababa…), calificativo que cada comprendo más y mejor.



Plaza Nabona

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