lunes, 12 de julio de 2010

BBK LIVE BILBAO



Tras el ataque repentino de patriotismo futbolero , lo cual ha deslucido cualquier acontecimiento por importante que fuera , me gustaría contaros que este fin de semana he estado en el BBK Live de Bilbao. Han sido unos días muy especiales en los que he estado muy bien acompañado. Nos hemos reído como mandan los cánones , haciendo de la punkyterapia y el macarrismo un ejercicio de lo más relajante (ya sabéis compis, veste a la mierda...). Nunca he entendido por qué la gente utiliza drogas para divertirse si puedes reírte de uno mismo. ¡¡¡Es tan fácil y barato!!!

Lo que más me atraía del cartel era que iba a ver sobre el mismo escenario a grupos de los 90 importantísimos para mi. Pearl Jam y Alice In Chains tienen en su haber un alto porcentaje del cancionero que más me toca la fibra. Y a Faith No More , aunque no han significado lo mismo , los he escuchado hasta reventar , sobre todo en ambientes más distendidos. Luego vienen los imprevistos y las sorpresas, que muchas veces constituyen las cosas que tardas más tiempo en asimilar de cualquier experiencia.

VIERNES: LA ADOLESCENCIA TIRA .-

Tras cruzar la península ibérica literalmente, llegamos al festival el viernes , justo para ver a Coheed and Chambria, grupo totalmente prescindible y carente de cualquier elemento que me pueda atraer. Me sorprende que todavía sigamos tragándonos cualquier basura metalera que venga del otro lado del charco. Y lo peor es que más de uno lo seguirá haciendo con la venda puesta ante las cosas que tenemos aquí. Pero bueno, por lo menos el parecido que el cantante guardaba con un churrero de la zona nos hizo pasar un buen rato, ¡qué cojones! Tras ver al grupo del Miguel Ángel Rodriguez americano, disfrutamos de Go Go Bordelos, grupo perroflautero israelí autodenominados como Gypsy Punks. Estuvieron divertidos y lo dieron todo, pero no vimos nada que en cualquier viña rock puedas admirar hasta empacharte . Lo mejor de ellos: nuestras ganas de hacer el mongol. Y punto. A Paul Weller lo escuchamos cenando y con la mente pensando en prepararnos para Alice In Chains. No sonó nada mal, pero es un tío al que no he escuchado demasiado, así que prefiero que FranKiller haga una reseña de lo que piensa de él, ya que me consta que lo conoce mejor yo...

Y llegó el primer momentazo del festival. Alice In Chains saltaron a la palestra con un Rain When I Die de sonido apabullante. Fue el concierto que más me emocionó. No se como cojones lo han hecho pero siguen siendo ellos. Creo que William Duwall ha caído como agua de mayo en el grupo. Este tío ha conseguido cuajar de forma perfecta , sin imitar en ningún momento a Layne (al cual es inevitable echar de menos, evidentemente). Es un tío con mucha personalidad y me encanta su rollo setentero, le da frescura al grupo. Posee una voz y una actitud que no busca que veamos a un nuevo Layne, si no a William Duwall: un nuevo miembro. Se le ve un tío honesto y humilde. Y con una voz con un timbre con "ese no se qué" que lo hará pasar a la historia. Estoy seguro.

Repasaron toda su discografía, insistiendo sobre todo en Dirt, su obra cumbre. Hicieron algún guiño a Jar Of Flies, menos de los que me hubiera gustado (Nustell casi me arranca una lagrimica...) y a su último y magnífico Black Gives Way to Blue. Para mi el momento cumbre del concierto lo constituyó Love Hate Love , majestuoso ultratemón que parecía estar avisándonos de que las puertas del averno se iban a abrir de un momento a otro.

Se me hizo cortísimo. Cerraron el bolo con Roster junto a McReady, colofón inmejorable que me imaginé, pero que aun así sorprende. Me quité una espinita al poder admirar a uno de los grupos que más me ha influido a la hora de componer. Y Jerry Cantrell tiene mucha culpa.

Imaginaos como me sentía en ese momento. Pero es que el grupo que salió después fue Pearl Jam , responsables de gran parte de mi obsesión musical. Los vi por primera vez en el año 2.007 , en Leganés. Quizás por ello no me impresionaron tanto como los de Cantrell. Podéis leer la cutre-reseña que hice de aquel concierto en este enlace. En aquel momento sentí lo mismo que Alice In Chains acaba de hacer minutos antes: cumplir con uno de tus sueños y hacer justicia. Por eso quizás el concierto me impresionó menos de lo que esperaba, aunque fue una auténtica barbaridad.

Pearl Jam constituyen para mí un ejemplo de cómo envejecer haciendo rock. Es mi grupo consentido. Reconozco que sus 4 primeros discos jamás podrán ser superados, y que lo que hacen actualmente simplemente es disfrutar de hacer rock. Sus lecciones de coherencia y humildad lo arreglan todo. Son el tipo de grupo que siempre he querido tener.

El concierto se desarrolló en un ambiente muy distendido. Se les ve muy buen rollo y eso es un plus que sorprende a estas alturas. No faltaron los clásicos (aunque yo eché de menos que repasan más mi amado Vitalogy), sin perder de vista su BackSpacer. Vedder no soltó la botella de vino en todo el concierto (curioso que haya pasado de abstemio a borrachín) e hicieron que un fan espontáneo subiera a cantar Daugther , cumpliendo así su sueño y haciendo que un servidor se muriera de envidia sana...



SÁBADO: DE SORPRESA EN SORPRESA.-

Al día siguiente nos tomamos la cosa de forma más tranquila. El recinto del festival invitaba a ver muchos conciertos tumbado en el césped. La verdad es que ese día sólo me interesaba ver a Jeff Tweddy y a Faith No More, ni mucho menos de la misma forma que esperaba ver a Alice In Chains y Pearl Jam el día anterior. Lo demás me resbalaba totalmente. Pero fue el día de las sorpresas. De los Maccabees y The Campesinos! mejor ni hablo... Jeff Tweddy (al que ya había visto en solitario hacía apenas un año) nos emocionó con su sencillez y su saber hacer. Sus canciones en Wilco suenan a gloria, pero en este formato tan desnudo comprendes cual es la diferencia entre saber hacer canciones y no saber hacerlas. Este tío tiene un talentazo increíble y admiro que tenga los santos huevos de plantarse en un festival tan testosterónico con tan solo su guitarra acústica.

La primera sorpresa me la llevé con Feeder. No los conocía. Y me sorprendieron sus canciones y su sonidaco. El espíritu del grunge revolotea en sus composiciones. Y escuchar de ellos el Breed de Nirvana con tanta fuerza y convicción, pues oye, tiene su aquel. A FranKiller le gustó tanto que me prometió dejarse las mechas del bajista (el cual se parece mucho a James Iha). Espero que lo haga...

Cenando disfrutamos de los suecos The SoundTrack Of Our Lives. Tampoco los conocía. Su rock psicodelico me gustó bastante , constituyendo otra agradable sorpresa. Manic Street Preachers sonaron especialmente bien. Aunque reconozco que su música no es santo de mi devoción, hay que rendirse ante lo evidente. Eché de menos que tocaran algún tema de The Holy Bible, el único disco que realmente me gusta. Pero quizás sea demasiado agresivo para su nueva audiencia.

Y llegó el plato fuerte del día y la mayor sorpresa en mi opinión. Me pillaron desprevenido y por la espalda. Faith No More es un grupo que he escuchado desde hace mucho, pero consideraba su discografía con muchas lagunas. Ahora puedo decir que su propuesta solo es entendible si los ves en directo. Me rindo ante uno de los mejores frontman que haya visto jamás. Salieron a reirse de todo, incluso de ellos mismos. Irreverencia en estado puro. Mike Patton puso el parque de Kobetamendi patas arriba, acojonó a los seguratas y se cantó Midlife Crisis rodando encima del público (lo puedes ver en el video de abajo), sin despeinarse y sin que se le fuera la voz lo más mínimo. Tuvo el detalle (y la freakada) de hablar durante todo el concierto en castellano y de cantarse Evidence en español. Que tío... Su voz debería ser estudiada en OT por su depurada técnica . Me encantaría ver las caras de más de uno...



Me hubiera gustado ver a Jet, pero aprovechamos para salir corriendo del festival y evitar la retención , que el día anterior casi nos mata...

En definitiva, fin de semana redondo en el que la euforia reinó en todo momento. Y al llegar a casa la selección gana el mundial. Aunque me encantaría que no fuera la única forma de conectar y a unir a las personas (algún día os bombardearé con mi opinión del tema), fue un buen broche, la verdad.

Pues eso. A por sellos. Oe.

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